Siracusa

Siracusa fue la única ciudad antigua que rivalizó con Atenas y esto debería ser suficiente para convencerlo de que la visite. El gran filósofo griego Platón la visitó tres veces porque la consideraba la ciudad correcta para fundar su República ideal. El mito griego y la religión cristiana son los fundamentos de Siracusa: la primera iglesia cristiana occidental se fundó aquí y San Pablo, en su camino a Roma, se detuvo en Siracusa durante tres días. Uno de los santos más queridos en Italia, Santa Lucía, nació y fue martirizado en Siracusa, como dice la obra maestra de Caravaggio en la iglesia de Santa Lucía alla Badia. Mito, religión pero también ciencia, porque Arquímedes, el inventor extraordinario, nació en Siracusa y descansa en la tumba (presunta) en el Parque Arqueológico de Neapolis, uno de los complejos arqueológicos más importantes del mundo. A todo esto se suma un espléndido mar y una excelente gastronomía, sin olvidar el clima templado casi todo el año.